miércoles, 28 de febrero de 2007

tecnodependiente, el problema eres tú

Las nuevas tecnologías han dado lugar a una revolución social que ha creado un mundo de nuevas oportunidades. Un mundo que han sabido aprovechar y exprimir al máximo (a veces hasta extremos peligrosos) los jóvenes. Como se muestra en el documental “De Gutemberg a Gates”, la población ha pasado en relativamente poco tiempo, si tomamos como referencia toda la historia de la humanidad, del primer boom de la imprenta al segundo boom, protagonizado por Bill Gates y su afán por universalizar y popularizar el uso del ordenador personal.




De esta manera se ha configurado una nueva sociedad: la sociedad de la información, capitaneada por la expasión de internet como la red de redes. Lo que caracteriza a esta nueva organización de la población es que se eliminan las barreras espacio temporales. Así cualquiera puede comunicarse con cualquiera en cualquier momento. El mundo se concibe ahora como una aldea global. Sin embargo, y tal y como se muestra en el documental, esta idea feliz de la democracia global en todo el mundo no deja de ser en cierta medida utópica. La red va a hacer posible el capitalismo más puro y tratará a las personas con terrible indiferencia. Una idea que demuestra que la red une básicamente a los países con mucho dinero.

“De Gutemberg a Gates” retrata esta diferencia en la acogida de internet en las distintas zonas del mundo mediante los ejemplo extremos de Nueva York y Bután. En el primero, la red y las nuevas tecnologías están integradas en la vida diaria y se aplican a distintos campos y disciplinas como la educación o la sanidad. Al contrario, Bután vive ajeno a la revolución tecnológica aunque se empiezan a atisbar pequeñas incursiones en la modernidad. Esto se aprecia en los antiguos grabados budistas, los cuales están empezando a ser digitalizados. Mediante estos dos ejemplos se muestran las diferencias existentes aún en términos tecnológicos en un mundo supuestamente globalizado.

La cara menos amable de la revolución tecnológica y de su incursión en la vida diaria se retrata en el documental “Enganchados”. El abuso de teléfonos móviles, videojuegos o de internet llevado al extremo se convierte en adicción en muchas personas de nuestra sociedad. Su tratamiento es todavía muy complicado pues, según afirma Héctor, adicto a los videojuegos, “al tratarse de un fenómeno tan reciente aún no hay datos suficientes para catalogarlo como una enfermedad”.

El experto en nuevas tecnologías advierte de que las nuevas tecnologías no son perjudiciales por definición, sino que es su abuso el que, creando dependencia, lo convierte en una situación de riesgo. Hoy, muchos niños ya no necesitan a su grupo de amigos para divertirse, puesto que todo lo que necesitan está en su cuarto. Roberto, enganchado al chat, expresa que internet le proporciona todo lo que necesita "tan sólo escribiendo cuatro letras". El poder de la red es tan atrayente que son muchos los que acaban sucumbiendo y dedicando gran parte de su tiempo a estar delante de la pantalla. La clave parece estar en la persona y no en los avances tecnológicos, como concluye Raúl, adicto a internet, "el problema eres tú, no internet".